Prestigiosos expertos de todo el país y también del extranjero han analizado la situación actual y los retos de futuro hacia un consumo de alimentos más sostenible que preserve el medioambiente y la conservación del planeta.
La mayoría de los profesionales de la salud considera relevante tener en cuenta factores de impacto social relacionadas con la producción de alimentos, según una encuesta realizada entre el personal sanitario.
Barcelona, 26 de mayo de 2022.– Expertos en salud pública e investigadores nacionales e internacionales de diversos ámbitos de conocimiento se han dado cita para hablar sobre el impacto en la salud de las personas y el cuidado del medio ambiente en el II Simposio Alimentación, Salud y Sostenibilidad que se ha clausurado hoy en el Aula Magna del Edificio Histórico de la Universidad de Barcelona. El evento ha contado con la participación de cerca de 700 asistentes, que han seguido el foro de manera presencial o virtual.
Médicos, farmacéuticos, dietistas-nutricionistas, antropólogos, sociólogos y economistas, además de técnicos de distintas administraciones locales, nacionales y europeas, han debatido durante dos días sobre la situación actual en materia de alimentación, salud y sostenibilidad y han analizado los retos de futuro hacia un consumo de alimentos más saludables que preserve el cuidado del medioambiente y el planeta.
Este foro, organizado por el Instituto Danone, asociación científica sin ánimo de lucro que presta servicio a la sociedad a través de la investigación y la divulgación, en colaboración con la Universidad de Barcelona y el Campus de la Alimentación de Torribera, ha sido el marco de presentación de los resultados preliminares de la “Encuesta de Sostenibilidad: conocimiento, hábitos y grado de conciencia”. A cargo de Ujué Fresán, investigadora del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), el objetivo de este trabajo es conocer la actitud de los profesionales sanitarios ante el impacto social y medioambiental de la dieta y la alimentación de la población.
El estudio, cuyos resultados definitivos se conocerán en junio, revela que el 21,8% de los profesionales de la salud reconoce que no ha oído hablar nunca del concepto de alimentación o dieta sostenible y pone de manifiesto la percepción de un 72% de los encuestados de que deberían recibir información sobre el impacto medioambiental de los alimentos y la dieta para trasladar hábitos correctos a sus usuarios y pacientes. La mayoría considera relevante tener en cuenta factores de impacto social relacionados con la producción de los alimentos a la hora de realizar recomendaciones dietéticas para la prevención de la enfermedad.
Carlos Gonzalez Svatetz, investigador emérito en el Institut Català d’Oncologia de Barcelona, ha destacado las “graves y contradictorias” consecuencias del sistema alimentario actual, que a nivel mundial genera por un lado 800 millones de habitantes con desnutrición, mientras que existen unos 1.900 millones con obesidad y sobrepeso. El experto ha alertado de que “la alimentación basada en un predominio de alimentos de origen animal y déficit de alimentos de origen vegetal es una de las principales causas de las enfermedades crónicas que, a la vez, son una de las causas del deterioro ambiental y el cambio climático”.
Respecto a los sistemas alimentarios y pérdida de biodiversidad, Helen Harwart, investigadora en Chatham House Food y colaboradora de política climática en la Universidad de Harward, ha advertido de que “durante los últimos 50 años, la conversión de ecosistemas naturales para la producción de cultivos o pastos ha sido la causa principal de la pérdida de hábitat, donde la tasa global de extinción de especies en la actualidad es mucho más alta que la tasa promedio de los últimos 10 millones de años”. Para la experta, la reforma del sistema alimentario actual debería pasar por promover dietas más basadas en plantas, debido al impacto desproporcionado de la cría de animales en la biodiversidad, el uso de la tierra y el medio ambiente; proteger y reservar más tierra para la naturaleza que no para la agricultura; y cultivar de una manera más respetuosa con la naturaleza y la biodiversidad, reemplazando el monocultivo con prácticas agrícolas de policultivo.
Sobre las instituciones como palanca de cambio, Maria José Yusta, jefa de servicio de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, ha explicado las iniciativas que se están llevando a cabo en nuestro país, como es el caso de la estrategia “de la granja a la mesa” para un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente. Algunas de las medidas propuestas en este plan de acción son el fomento de reformulación (incluida la fijación de niveles máximos para determinados nutrientes); el establecimiento de criterios nutricionales para restringir la promoción de alimentos con alto contenido en sal, azúcares o grasas; establecer criterios mínimos obligatorios para la adquisición de alimentos en escuelas e instituciones públicas para promover dietas saludables y sostenibles; y participación en el desarrollo de un etiquetado obligatorio armonizado en la parte frontal de los envases para facilitar elecciones más saludables.
En el foro se ha puesto de manifiesto la “gran preocupación” que existe sobre si el sistema alimentario actual será capaz de proporcionar suficientes alimentos saludables para 10.000 millones de personas en 2050. En este sentido, Jesús Simal Gandara, profesor de Ciencias de la Alimentación y Nutrición de la Universidad de Vigo, ha señalado que es posible alimentar a esta población, pero “el sistema alimentario requiere grandes transformaciones en aras de promover la sostenibilidad, reducir el desperdicio de alimentos y estimular un cambio hacia dietas saludables para el ser humano y también sostenibles para el planeta”. En su ponencia, este experto ha explicado que “algunos de los problemas detectados en la producción y consumo de alimentos son la destrucción de los ecosistemas terrestres, la sobrepesca o la generación de altas cantidades de residuos”. Según el profesor, “algunas soluciones pasan por implantar la agroecología, mejorar la producción de la acuicultura así como fomentar la educación en estilos de vida saludables y sostenibles para asegurar la subsistencia de las generaciones presentes y futuras”.
Respecto a los conocimientos y actitudes de la población española sobre sostenibilidad alimentaria, Ángela García González, del departamento de Ciencias Farmacéuticas y de Salud de la Universidad San Pablo – CEU (Madrid), ha señalado que los resultados de un proyecto llevado a cabo muestran la “necesidad de informar a la población sobre la sostenibilidad de los componentes de su dieta, así como la motivación para los cambios de los más jóvenes”. Por el contrario, el estudio manifiesta que “las mujeres, que frecuentemente siguen siendo hoy por hoy las encargadas de la compra y la cocina en la familia, son las más motivadas al cambio de hábitos, lo que las convierte en uno de los principales motores para avanzar hacia la generalización de unos hábitos dietéticos que ayuden a preservar la salud de la gente y el planeta”.
Por su parte, Assumpció Anton Vallejo, investigadora y responsable del equipo de cuantificación ambiental del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias de Barcelona, se ha felicitado por “los aspectos positivos del progreso de la humanidad”, en particular en el sector agroalimentario donde “nos encontramos ante avances tecnológicos que sin duda han contribuido positivamente al reto de alimentar correctamente a una población creciente, y la cada vez mayor preocupación de los consumidores y la industria por las cuestiones ambientales”. Por el contrario, ha denunciado que a pesar de estos avances, “la producción de alimentos implica en muchos casos consecuencias negativas sobre el medio ambiente”, y ha alertado de que “la alimentación aparece como la primera causa de enfermedad y muerte prematura en humanos, tanto en países en desarrollo, por carencias alimentarias, o desarrollados, por excesos alimentarios”.
En cuanto a las pérdidas, desperdicios y presiones ambientales de consumo de alimentos en España, Mónica Di Donato, investigadora y economista en el grupo de investigación GEEDS de la Universidad de Valladolid, ha analizado el comportamiento de los hogares a partir de un estudio donde se analiza la viabilidad y sostenibilidad de determinados modelos de consumo haciendo hincapié sobre los impactos que ese consumo genera en materia de residuos o desperdicios.
En el II Simposio Alimentación, Salud y Sostenibilidad también se han expuesto casos de éxito de empresas que han aportado grandes innovaciones a través de su compromiso con el planeta, como es el caso de Too Good To Go, la mayor app contra el desperdicio de alimentos en el mundo, o la Fundació Espigoladors, una empresa social que promueve el aprovechamiento alimentario de una manera transformadora, inclusiva, participativa y sostenible.
José López Miranda, presidente de Instituto Danone España y Catedrático de Medicina Interna del Departamento de Ciencias Médicas y Quirúrgicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Córdoba, ha comentado sobre el simposio: “Hemos reunido a destacadas figuras referentes que vienen desde el ámbito académico como político como también desde el punto de vista práctico y la visión del consumidor para hablar de alimentación sostenible y saludable y de cómo conjugar ambos conceptos y, sin duda, han ofrecido contenidos muy interesantes para toda la sociedad“.
En la clausura del evento, realizada por Carmen Vidal y Jordi Salas-Salvadó, catedráticos de Nutrición y Bromatología de las Universidades de Barcelona y Rovira i Virgili, respectivamente, se han presentado las propuestas del Comité Científico del Instituto Danone para una Alimentación Sostenible:
- Toma conciencia del impacto ambiental de los distintos alimentos, desde su producción hasta su consumo.
- Interésate por conocer si las relaciones comerciales y laborales asociadas a los alimentos que consumes son justas.
- Basa tu dieta en alimentos saludables y respetuosos con el medioambiente.
- Modera el consumo de productos de origen animal en beneficio de los de origen vegetal.
- Da preferencia a alimentos frescos y de temporada, obtenidos directamente del productor o a través de cadenas de suministro cortas.
- Elabora recetas con variedades de alimentos autóctonos, conservando así la biodiversidad.
- Reduce el desperdicio alimentario tanto en tu hogar como fuera de él.
- Evita los envases, especialmente los de plástico u otros materiales no respetuosos con el medioambiente, y promueve su reciclaje.
- Sensibiliza a tu entorno (familiares, amigos, conocidos) sobre la importancia de seguir dietas saludables con bajo impacto ambiental.
- Exige políticas alimentarias que favorezcan la accesibilidad y asequibilidad de alimentos saludables y sostenibles.
SOBRE INSTITUTO DANONE
El Instituto Danone es uno de los principales referentes en materia de alimentación saludable y sostenible de España. Desde su creación en 1993, esta asociación científica sin ánimo de lucro presta servicio a la sociedad a través de la investigación, la colaboración y la divulgación en torno a la alimentación saludable con el objetivo de impulsar la transformación del sistema alimentario español.
Basado en el rigor científico, la excelencia y la independencia, el Instituto Danone promueve proyectos colaborativos que abordan los principales retos de la alimentación y la nutrición convirtiéndose en un agente de cambio social. Asimismo, asume un rol de intérprete de la investigación de cara al personal sanitario, los consumidores y la ciudadanía.
Una comunidad de científicos de trayectoria y profesionales de renombre dedicados tanto a la investigación académica como a la atención clínica sustentan la labor del Instituto Danone. Consciente de la importancia de una alimentación segura, respetuosa del planeta y adaptada a cada etapa de la vida, el Instituto focaliza su acción en tres ejes principales: la alimentación sostenible, la obesidad y el envejecimiento saludable.
Twitter: @DanoneInstituto
#SostenibilidadInstitutoDanone
SOBRE LA UNIVERSIDAD DE BARCELONA
Fundada en 1450, la Universidad de Barcelona es la principal universidad pública de Cataluña y una de las instituciones de educación superior más prestigiosas del Estado. La UB es la única universidad del Estado español que forma parte de la Liga de Universidades Europeas de Investigación (LERU), una asociación que agrupa a los 23 centros universitarios de investigación más importantes del continente. Según el Center for World University Rankings (CWUR), la UB se sitúa entre las 150 mejores universidades del mundo y, según The Times Higher Education, la UB forma parte de las 25 mejores del mundo con más de 400 años de historia. La Universidad de Barcelona dispone de una gran oferta formativa, que abarca 73 grados, 158 másteres universitarios oficiales y 48 programas de doctorado (curso 2020-2021). Tiene más de 41.000 estudiantes de grado y 19.000 de máster, posgrado y doctorado. Un 15 % de los estudiantes son internacionales y proceden de 137 nacionalidades. Como institución pública, la UB, centrada en la excelencia académica, está comprometida con seguir dotando a las próximas generaciones de ciudadanos —profesionales, investigadores, emprendedores, líderes— de la capacidad de trabajar al máximo nivel en cualquier lugar del mundo.
SOBRE EL CAMPUS DE LA ALIMENTACIÓN DE TORRIBERA
El Campus de la Alimentació de Torribera es uno de los seis campus universitarios que componen la Universidad de Barcelona. Es un campus geográfico, situado en la ciudad de Santa Coloma de Gramanet, y también un campus temático, en el que se concentran las actividades de Docencia, Investigación y Transferencia relacionadas con la Nutrición, los Alimentos y la Gastronomía. El compromiso de la UB en el ámbito de la alimentación se ha hecho evidente con la creación de este campus, que se configura como una estructura organizativa transversal para desarrollar actividades académicas y potenciar alianzas estratégicas con Instituciones, Universidades, Administraciones y Empresas nacionales e internacionales que consoliden al Campus como un referente en el ámbito de la nutrición, las ciencias de los alimentos y la gastronomía.
Como parte de la Universidad de Barcelona, el Campus de la alimentación está firmemente comprometido con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) y se focaliza especialmente en aquellos que están relacionados con la Alimentación, la Nutrición y sus relaciones con la salud y con los que se refieren a la producción y consumo responsable de alimentos.